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La ciudadanía por nacimiento — uno de los pilares fundamentales de la democracia estadounidense — acaba de sobrevivir su primer gran ataque en el segundo mandato de Trump. En una jugada audaz, el presidente Trump firmó una orden ejecutiva para eliminar la ciudadanía por nacimiento para los niños nacidos de padres no ciudadanos. Pero apenas tres días después, los tribunales respondieron, calificando su orden como “claramente inconstitucional” y bloqueándola antes de que pudiera entrar en vigor.
Entonces, ¿qué ocurrió exactamente y por qué esta batalla va mucho más allá de simples términos legales? Vamos a desglosarlo.
La Línea de Tiempo
Octubre 2018: Trump plantea la idea
En una entrevista, el presidente Trump reveló su intención de poner fin a la ciudadanía por nacimiento mediante una orden ejecutiva.
Junio 2023: Trump reafirma su postura
Como parte de su campaña presidencial para 2024, Trump renovó su compromiso de terminar con la ciudadanía por nacimiento, prometiendo actuar el primer día de su regreso al cargo. Su promesa reavivó los debates sobre la Cláusula de Ciudadanía de la Constitución.
20 de enero de 2025: Trump toma acción
Fiel a su palabra, el primer día de su segundo mandato, el presidente Trump firmó una orden ejecutiva titulada “Protegiendo el Significado y Valor de la Ciudadanía Americana.” La orden buscaba terminar la ciudadanía por nacimiento para niños nacidos en EE.UU. de padres que no son ni ciudadanos estadounidenses ni residentes permanentes legales.
23 de enero de 2025: Los tribunales intervienen
A solo días de la firma, un juez federal en Seattle bloqueó la orden ejecutiva, calificándola de “claramente inconstitucional” y otorgando una orden de restricción temporal por 14 días. El tribunal sostuvo que la 14ª Enmienda garantiza explícitamente la ciudadanía a las personas nacidas en territorio estadounidense, y que ningún presidente tiene la autoridad para anular unilateralmente la Constitución.
¿Qué decía la orden ejecutiva de Trump?
La orden ejecutiva de Trump se dirigía a dos grupos de niños nacidos en territorio estadounidense:
- Aquellos nacidos de madres que se encuentran ilegalmente en EE.UU., con padres que no son ni ciudadanos ni residentes permanentes legales.
- Aquellos nacidos de madres que están legalmente pero temporalmente en EE.UU. (por ejemplo, con visa de trabajo, estudiante o turista), con padres que no son ni ciudadanos ni residentes permanentes legales.
La orden instruía a las agencias federales a negar documentos de ciudadanía a los individuos nacidos bajo estas condiciones. Según esta orden, cualquier niño nacido en los Estados Unidos después del 19 de febrero de 2025, cuyos padres no sean ciudadanos estadounidenses ni residentes permanentes legales, estaría sujeto a deportación y se le impediría obtener números de Seguro Social, beneficios gubernamentales y la capacidad legal para trabajar a medida que crezca.
¿Qué dijo el tribunal?
El desafío legal contra la orden ejecutiva de Trump fue rápido. Los procuradores generales de Washington, Arizona, Illinois y Oregón argumentaron que el presidente "no tiene autoridad para enmendar la Constitución" ni para anular la Cláusula de Ciudadanía de la 14ª Enmienda.
Al conceder la orden de restricción temporal, el juez federal John C. Coughenour determinó que existía una “alta probabilidad” de que los demandantes lograran demostrar que la orden violaba tanto la 14ª Enmienda como la Ley de Inmigración y Nacionalidad (INA). La decisión del tribunal resaltó las claras protecciones constitucionales para las personas nacidas en suelo estadounidense.
¿Qué sigue?
A pesar del fallo judicial, Trump ha prometido apelar la decisión. Sin embargo, como señalan los expertos en derecho constitucional, solo la Corte Suprema de los Estados Unidos tiene la autoridad para reinterpretar el alcance de la 14ª Enmienda, y el precedente histórico favorece ampliamente la ciudadanía por nacimiento. Por ahora, la orden ejecutiva permanece bloqueada, pero esta batalla legal está lejos de terminar.
¿Qué pensamos?
La 14ª Enmienda es muy clara: si naciste en los Estados Unidos, eres ciudadano estadounidense, con pocas excepciones. Estas excepciones incluyen a los hijos de diplomáticos o funcionarios consulares extranjeros, a personas que participan en actividades hostiles contra los EE.UU. durante una ocupación o invasión, y, históricamente, a los nativos americanos nacidos dentro de naciones tribales antes de la Ley de Ciudadanía India de 1924.
Este principio, establecido hace más de 150 años tras la Guerra Civil, sigue siendo una piedra angular de la democracia estadounidense. Los esfuerzos por desmantelar este derecho fundamental no solo son inconstitucionales, sino que también representan un ataque directo a los valores esenciales de igualdad y oportunidad que definen el Sueño Americano.
La lucha por la ciudadanía por nacimiento va más allá de las interpretaciones legales: se trata de salvaguardar la promesa de América para las futuras generaciones. A medida que este caso avanza hacia la Corte Suprema, su resultado establecerá un precedente histórico que dará forma al futuro de la inmigración en los Estados Unidos.
Manténganse atentos: esto es solo el comienzo de Trump contra la Ciudadanía por Nacimiento, y la primera ronda se la lleva la Constitución.
Orden de Restricción Temporal en el caso Estado de Washington vs. Donald Trump